El hombre es un ser de costumbres. El día a día nos hace que asociemos lo que nos rodea con hechos de nuestra vida. Con los meses del año sucede algo parecido, los asociamos a hechos que se han implantado y se han convertido en rutina. Y septiembre es el mes de la vuelta de las vacaciones, independientemente de si las has tenido o si directamente vives en un eterno sábado, o un eterno lunes según se mire.
Fin del verano, fin de las rebajas, fin del calor, fin de la jornada intensiva(los que las tenéis claro) y el comienzo de la última maratón del año: adiós a las cervecitas después del curro, vuelta a la jornada partida, al frío, a las compras de la nueva temporada, con el gasto que eso supone.
Pero no hay que ver solo lo negativos. Y para evitar en lo posible el síndrome postvacacional hay que tener una actitud positiva, y así los días serán más llevaderos.
Para ello podéis seguir haciendo cosas que hacemos en vacaciones y que no hace falta dejarlas de lado, como desayunar tranquilamente leyendo el periódico o viendo las noticias. El nuevo día será más ameno si te dedicas un poco de tiempo antes de ir a trabajar.
Hay que ser realistas y dejar de pensar en las vacaciones pasadas, afrontar el día a día con optimismo y objetividad.
No hay que lamentarse del tiempo pasado y ponernos la meta en las próximas vacaciones. Ponte una meta más cercana para poder descansar, como el próximo fin de semana y todo será más llevadero.
La alimentación te puede ayudar en estos momentos. Si en vacaciones te olvidas de la dieta saludable date algún capricho ahora. Cuídate sin abusar pero no seas duro contigo mismo. Una alimentación equilibrada te ayudará a sentirte mejor.
Si no has tenido tiempo de organizar todo antes de irte, no te lamentes, poco a poco podrás ir poniéndote al día. Decide algo que hacer cada día y no lo dejes todo para el fin de semana, ya que volverás a empezarás el lunes con la sensación de no haber descansado. Haz alguna actividad para desconectar como una quedada con amigos o una excursión familiar.
Hacer algo de deporte ayuda a combatir la ansiedad y la depresión. Está demostrado que el ejercicio físico hace que liberemos ciertas endorfinas que nos producen bienestar y placer. Fortalece los músculos y los huesos, y nuestra mente se sentirá mejor.
Recuperar la rutina es un proceso lento, los expertos recomiendan volver a nuestro horario y nuestra alimentación paulatinamente. No te precipites, respira hondo e intenta ver el mundo de color de rosas, todo depende de ti mismo.