A la hora de alquilar una vivienda hay dos partes claramente definidas: PROPIETARIO e INQUILINO. En muchas ocasiones aparece un intermediario que intercede para llegar a un acuerdo beneficiario para ambos. Errores a la hora de hacer un contrato de arrendamiento son fáciles de ver, como adelantar dinero, no hacer contrato de arrendamiento, no hacer un inventario, aceptar gastos que no se corresponden… Sin embargo, hay aspectos que no se valoran y sobre los que nadie previene, una serie de virtudes y defectos que no se ven y que no siempre se identifican.
El defecto más común es la IMPACIENCIA. El propietario que pone una vivienda en alquiler piensa que van a quitárselas de las manos. Cuando tarda más de lo que esperaba en alquilarla se empieza a impacientar. Opta por quitar filtros a los futuros inquilinos y deja de buscar al “ideal”. Lo mismo le pasa al inquilino. El pensar que otra persona vaya a quitarle el piso que le ha gustado o el hecho de haberle pasado esto alguna vez le lleva a decidirse por una vivienda precipitadamente sin fijarse en ciertos detalles de los que luego se puede arrepentir y quite filtros a su vivienda ideal. La PACIENCIA es una gran virtud, no hay que dejarla de lado.
La SOBERBIA y el ORGULLO son los defectos más difíciles de controlar. El tener que ceder en algunos aspectos del contrato no es algo a lo que sea fácil llegar. En algunos momentos los propietarios pueden querer incluir cláusulas abusivas. Hay que saber detectarlas, y no firmar nada con lo que no se esté de acuerdo. Para esto la TEMPLANZA es la mejor de las virtudes. Mantenerla y ser justos es fundamental. La AMABILIDAD y la educación no hay que perderles.
La CONFIANZA en encontrar inquilino y vivienda perfecta es algo presente en ambas partes. El hecho de que esto se retrase nos lleva al PESIMISMO. La búsqueda no siempre es fácil. Hay que dar prioridades a ciertos aspectos y descartar otros. La perfección no existe, y saber elegir en determinados momentos hará que triunfe en su búsqueda.
COMPROMISO es una palabra que a muchos asusta pero en un contrato de arrendamiento ambas partes firman un compromiso. El propietario firma entregar una vivienda para un uso determinado y el inquilino se compromete a cuidarla y cederla en las mismas condiciones en las que la recibió. Hay que ser RESPONSABLE, decente y justo. En un contrato hay dos partes y ambos tienen obligaciones y derechos. Conocerlos es deber de los dos, y que todo quede bien reflejado en el contrato es muy importante.
Dar mayor peso a las virtudes que los defectos harán que éxito esté más cerca. Si no reconocéis ninguno de ellos es que estaréis en el equilibrio perfecto.