Llega la Semana Santa, días en los que en España tenemos muchas costumbres y tradiciones. Se conmemora la Pasión y muerte de Cristo. Unos la viven con fervor y recogimiento, otros como época de vacaciones y descanso.
La Semana Santa tiene dos partes: el final de la cuaresma, que val Domingo de Ramos al Miércoles santo, y el Triduo Pascual, de Jueves a Domingo, que es el momento de más intensidad litúrgica.
Lo primero en que pensamos es el las procesiones. Se tiene constancia de la existencia de estas desde la Edad Media, sin embargo no fue hasta el Concilio de Trento cuando empezaron a cobrar la importancia y la estética que conocemos hoy.
Cada zona tiene su encanto particular, si bien contrasta en las procesiones la luz y el color de Andalucía con la austeridad de Castilla. So n bien conocidas las de ciudades como Sevilla, con su imprescindible “Madrugá”, Granada y Málaga en Andalucía, Valladolid y Zamora en Castilla, y la de Toledo.
Las tamborradas son típicas en diversas localidades. Pueden oírse desde el Viernes de Dolores. Son populares las de Hellín en Albacete, que congrega más de 20000 tambores y las de Calanda en Teruel.
Una tradición más es la clásica procesión de las Palmas que se hace el Domingo de Ramos, cuyo principal ejemplo se puede vivir en Elche, considerada Fiesta de Interés Turístico Nacional e Internacional. La afluencia de personas es enorme, destacando las peculiares palmas blancas de esta localidad.
Lorca tiene una personalidad propia. Sus Desfiles Bíblicos Pasionales están cargados de originalidad, considerarla una procesión es poco. Contemplarlos es una experiencia única. La participación de caballos y carros la dotan de mayor singularidad.
En Cuenca, en la madrugada del Viernes Santo, tiene lugar la procesión de las Turbas. Miles de nazarenos escenifican con clarines y tambores las burlas que sufrió Jesús camino del Calvario.
La Danza de la muerte de Verges es una tradición que data de la Edad Media. Quiere recordarnos que nadie está libre dela muerte. Es única en nuestro país y tiene lugar la noche del Jueves Santo, donde las figuras de los esqueletos se acercan a lo macabro.
El trencà dels perols es otra de las tradiciones destacadas de la Semana Santa de Valencia, por su originalidad. Consiste en que, el Sábado de Gloria a las doce de la noche, se tiren agua y pucheros viejos desde las ventanas.
Estas costumbres, de siglos de antigüedad, llegan también a nuestras mesas. Los platos típicos de estas fechas hacen que nuestro menú diario cambie, dando paso al potaje de vigilia o al bacalao y para los más golosos las torrijas, los pestiños o los buñuelos. La principal característica es la ausencia de carne, sustituida por pescados y verduras.
Y tú ¿cómo vives la Semana Santa?