Los seguros de alquiler se están convirtiendo actualmente en un requisito fundamental para muchos propietarios ante el incremento de impagos por parte de inquilinos y como medida para aquellos que quieren poner su vivienda en alquiler pero están indecisos por el temor a los posibles desperfectos que se puedan ocasionar.
La principal cobertura de este tipo de seguros es compensar económicamente al propietario frente al impago de las rentas, adelantándolas hasta hacerse efectivo el desahucio y pueda volver a alquilar. Para ello no existe plazo de carencia, estando garantizado el propietario desde el inicio del contrato.
A esta preocupación del propietario se une una de las principales ventajas del seguro, la cobertura sobre actos vandálicos de hasta 6000 €.
La cobertura de asistencia jurídica que incluye sirve de ayuda a los propietarios ya que pueden hacer consultas a profesionales experimentados y en caso de desahucio el proceso se agiliza, al contar con un mediador y con un equipo de expertos en este campo.
La duración del seguro es de un año prorrogable automáticamente pudiendo elegir 3 opciones: 6, 9 y 12 meses de cobertura de impago.
El seguro suele ser contratado por propietarios pero también lo pueden contratar inquilinos que se vean obligados a compartir piso como protección frente al incumplimiento del contrato.
El coste del seguro oscila entre un 4% – 5% sobre la renta anual. Es importante ver las coberturas que incluye ya que en los pequeños detalles es donde está la diferencia.
La presencia de estos seguros es un hecho, en los últimos años han ido aumentando su presencia en los alquileres realizados, lo que confirma la valoración positiva que de ellos hacen los propietarios y la confianza que depositan al querer alquilar contratando esta cobertura adicional.