Los seguros de impago se consolidan dentro del sector inmobiliario. Es un hecho que el garantizar las rentas es un requisito indispensable a la hora de alquilar determinados tipos de inmuebles. Desde que se empezaron a imponer en Gran Bretaña, se han ido extendiendo por todos los países, no quedándose España detrás.
EL 2016 cierra con un aumento considerable de los seguros de Impago
Su llegada hace unos años a nuestro país ha hecho que cada vez sean más los propietarios que decidan contratar este tipo de seguro. El hecho de que su contratación sea rápida, fácil y segura hace que los interesados se declinen más por ellos frente a los tradicionales y costosos avales bancarios.
El aumento de la demanda de alquileres, unido a que la mayoría de los ellos son gestionados por particulares, hacen que en ambos sectores, tanto profesional como particular, se vean estos seguros como una garantía adicional a los contratos.
A este panorama se unen noticias como la que conocimos hace poco de que la Junta de Galicia pretende incorporar estos seguros a su programa social de viviendas vacías con el fin de incrementar la oferta inmobiliaria, utilizándolos como reclamo junto con el clásico seguro multiriesgo. La OCU a su vez, contempla la necesidad de que la Administración apoye a las personas en riesgo de exclusión con “todos los medios a su alcance”, y estos seguros hay que valorarlos como una mejora en el mercado de los alquileres en España.
Iniciativas así demuestran la necesidad en el sector del alquiler de estos seguros, que poco a poco van a ir contemplándose como algo necesario e imprescindible en un contrato de arrendamiento, lo que fomentaría el aumento de viviendas en alquiler al asegurar al propietario frente al temor del impago y haría que se el precio de la misma se estabilizara, frenando su crecimiento que en ciudades como Madrid, donde ha aumentado hasta un 16 % en el último año.
Accesibilidad, seguridad, oferta, rapidez y calidad. Muchos términos para intentar aunar los intereses de todos, propietarios, inquilinos y profesionales, que lo que quieren es una ley justa para ambas partes, que recoja obligaciones y derechos por igual. Para ayudar en este punto el profesional es una pieza clave , asesora y ayuda a dejar plasmado por escrito todos los términos del contrato de arrendamiento, para evitar disputas sobre puntos acordados y asegurar los derechos del arrendador a recuperar su vivienda