La rutina en nuestras vidas ha cambiado de la noche a la mañana. La situación actual que vivimos debido a la pandemia causada por el Covid-19 ha hecho que por fuerza mayor tengamos que permanecer en casa. La cuarentena está haciendo que la actividad física que desarrollábamos antes se vea drásticamente alterada, volviéndonos más sedentarios. Las consecuencias de este tipo de vida ya las conocemos de antes: obesidad, sobrepeso, colesterol y diabetes nos vienen rápidamente a la cabeza.
Modificar nuestros hábitos siempre requiere un esfuerzo, y en estos momentos es fundamental prestar atención a lo que necesita nuestro cuerpo para estar sano. Tenemos que cuidarnos, y nada mejor para mantener nuestra mente sana que mantener nuestro cuerpo sano.

El ejercicio ayuda a reducir la ansiedad, que se puede ver aumentada por el aislamiento social actual y la carga de información negativa que nos hacen llegar. También hace que nuestro cuerpo genere endorfinas, la hormona de la felicidad, y que podamos eliminar cualquier sensación de malestar, sintiéndonos mejor y retrasando el deterioro cognitivo.
Incluir en nuestra rutina diaria una tabla de ejercicios es una prioridad. Y es que nuestro corazón necesita también ejercitarse, y con este parón, si no lo entrenas, puede tener consecuencias muy negativas. El ejercicio físico es la mejor prevención de enfermedades cardiovasculares. Si a esto le añadimos una dieta saludable baja en grasas saturadas tendremos una mejor salud y, por consiguiente, nos sentiremos mejor con nosotros mismos.
El estrés suele producir insomnio por lo que el ejercicio ayudará a que estemos más cansados por la noche y conciliemos mejor el sueño.
Pero no todas las actividades son aconsejables para todas las personas. Por eso hay que adaptar cada ejercicio a las características de cada uno, en función de la edad, el peso, y la forma física que tengas. El comienzo debe ser gradual, moderado y seguro, por lo que habrá que descartar aquellos perjudiciales o negativos en función de nuestras patologías previas, y aquellos que hagan que nos encontremos mal. Cada uno de nosotros somos diferentes por lo que debemos buscar lo más beneficioso.

Hay muchas actividades, por lo que las propuestas que podemos encontrar son tan amplias que es difícil elegir. Las redes se han llenado de las rutinas que realizan muchos deportistas de élite, pero también de entrenadores personales, especializados. Por eso lo mejor es buscar algo que nos guste como puede ser bailar y que podamos adaptarlo al espacio con el que contamos en nuestras casas.
Hay que acostumbrarse poco a poco, haciéndonos un horario y cumplirlo de manera constante. Es recomendable empezar con 3 sesiones a la semana de 20 minutos e ir aumentando hasta un mínimo de 30 minutos durante 4 o 6 días. El inicio debe ser suave, con estiramientos y poco a poca aumentar el nivel de intensidad. De la misma manera, para terminar, no debemos parar la actividad de forma brusca, sino dejar que los latidos del corazón vayan disminuyendo paulatinamente y notar el descanso corporal.
Puedes tonificar todo el cuerpo o una parte en concreto de manera individual. Lo mejor es trabajar todo el cuerpo, pero también puedes buscar algunos ejercicios específicos para aquellas zonas que más lo necesiten. Si optas por la segunda opción complétala con sesiones de cardio.

Si sois varias las personas las que estáis en casa podéis hacer ejercicios en grupo para aumentar la motivación.
La limpieza de la casa puede convertirse en un buen momento para ejercitarnos, amplia los movimientos que uses en cada una de las acciones y así intensificarás la dificultad sin darte cuenta.
Si no crees que vayas a poder hacer alguna actividad física para sentirte mejor recuerda: la risa es la mejor terapia que hay para combatir la negatividad y el dolor y está demostrado que fortalece el sistema inmunitario. No hay que hacer esfuerzos y los beneficios sobre nuestro cerebro son amplios. Está en tus manos cuidarte y cuidar a los que te rodean, por lo que no te rindas y busca lo mejor que puedas ofrecer.