Llega septiembre y lo que para muchos es el fin de las vacaciones para otros se convierte en una cuesta de enero al pensar en los gastos del comienzo del curso escolar.
Las familias tienen que pensar en todo el desembolso que tiene que hacer en un corto período de tiempo.
Según los estudios realizados destinarán la mayoría de estos gastos a la cuota escolar, las actividades extraescolares y el comedor.
A estos hay que unir el material escolar, cuyo peso se lo llevan los libros, y uniformes / vestuario.
Sin embargo si se gestiona bien puedes evitar tener que llegar a pedir un crédito.
Hay gastos que son fijos e inamovibles y que no puedes modificar, ya que se pagan mensualmente. Una manera de no notar el cambio es contar en los meses de verano con ellos y no verlo con un ahorro para las vacaciones. Mantenlos como gastos anuales.
Otra forma es gestionar los futuros gastos fraccionando las compras seguras. Aprovechar las rebajas para comprar básicos para el cole y buscar ofertas en ropa de otras temporadas es una buena forma de reducir gastos. En el caso de que el uniforme escolar suponga un esfuerzo piensa que es lo que van a usar durante cinco días a la semana y que si tienes varios hijos lo van a heredar, por lo que en el fondo es una inversión. Siempre hay algunos padres dispuestos a dar ropa que ya no usan y que puedas aprovechar. Si tienes que comprarla nueva, opta por una talla más grande, para asegurarte que te dure todo el curso y con suerte el siguiente.
Muchos centros se están pasando al sistema de préstamo de libros, lo que está haciendo que el gasto en ellos a comienzo de curso no sea tan elevado, y que sea uno de los puntos en donde más ahorro puedas obtener. Si tu centro no cuenta con ninguna ayuda puedes recurrir a libros de segunda mano, y comparar precios en el mercado.
Muchos queremos que nuestros hijos sean los mejores y los cargamos con extraescolares. Valora bien que es lo que queréis vosotros y qué vuestros hijos. Muchas de estas actividades no son necesarias y los apuntamos para conciliar con nuestro horario. El prescindir de ellas puede suponer un buen ahorro.
La sociedad de consumo en la que vivimos hace que pensemos que tenemos que renovar todo, pero es un error. Si tienes una mochila nueva, ¿por qué comprar otra? Hay que educar a nuestros hijos, y enseñarles que las cosas mientras sirvan hay que usarlas y se cambian cuando se rompen.
El precio del comedor varía dependiendo del tipo de centro: público, concertado o privado, siendo los últimos los más caros. Hay becas de comedor, por lo que es importante informarse bien, y saber si te corresponde alguna ayuda.
Que el sistema de selección de centro se haga por distritos en muchos sitios es para buscar la comodidad de las familias, por lo que el gasto en transporte para ir al colegio si has elegido por cercanía lo puedes evitar. Si no es así, valora ir andando o utilizar el transporte público.
Planifica y no te vuelvas loco con las compras. Revisa bien todo lo necesario y evita duplicar gastos. Intenta tenerlo todo listo con tiempo, y recuerda, mejor ir solo ya que si vas con los niños lo normal es que vuelvas con más cosas de las de la lista.