Perseguir los sueños y luchar por lo que uno quiere es fácil de decir. Pero, ¿cuántas personas consiguen hacerlo realidad?
La primera etapa de nuestra vida suelen dárnosla hecha. Pero llega un momento en el que tenemos que empezar a tomar nuestras propias decisiones. Elegir el camino correcto o adecuado no es fácil. Una mala decisión puede hacer que nos lo estemos reprochando durante mucho tiempo. Y es en este punto donde tenemos que ser fuertes y tener las cosas claras: borrón y cuenta nueva. Lamentarse por decisiones tomadas que ya no tienen solución no es el mejor camino, hay que seguir aprendiendo y mirar hacia delante.
Algunos habréis escuchado las siglas AMP, actitud mental positiva. Este tipo de expresiones, muy de moda en el mundo empresarial, reflejan la actitud que hay que tomar para crecer y transmitir lo bueno, y como tenemos que enfrentarnos a la vida, no solo en lo personal, sino en el ámbito laboral, para mejorar el potencial de cada uno, recuperando el entusiasmo y la motivación.
A veces es tan sencillo como aprender a oír. No sólo a los demás sino a uno mismo. ¿Qué es lo que quiero? ¿Cómo quiero que me vean los demás? ¿Cómo me ven los demás? Cambiar la actitud a veces se consigue simplemente con una sonrisa, un saludo, y observando a los que nos rodea.
Escritores y conferenciantes como Víctor Kuppers, Lain García Calvo o el recientemente desaparecido Eduardo Punset nos dan pautas para superarnos, darnos valor y hacer “que las cosas pasen”.
Analizándolos vemos una base común: conseguir la felicidad. Llegar a ella tiene que partir de nosotros mismos. De nuestro estado mental, de nuestras ganas de vivir, pero también de nuestra predisposición genética.
Un camino para llegar a ser feliz radica en el estudio de los demás. Cómo actúan y se comportan y aprender observando. “Es tan malo no saber controlar las emociones como carecer de ellas” (Eduardo Punset).
Para Kuppers alcanzar la felicidad se basa en “ser amables”. El tratar bien a los demás hace que nos sintamos mejores personas. Y nos produce una sensación agradable. “La vida es muy simple, pero nos gusta complicárnosla”. Hay que relativizar los problemas, y preguntarnos, “a mí, ¿qué me quita la alegría?
La mentalidad de las personas es lo que marca la diferencia para Lain García Calvo. Tenemos que escucharnos a nosotros mismos, volvernos imparable, y, sobre todo, no ponernos fechas para conseguir lo que queremos.
Actualmente la esperanza de vida de la sociedad del siglo XXI ha aumentado considerablemente, lo que hace que queramos vivir de la mejor manera posible, disfrutar, viajar, algo impensable para nuestros antepasados, cuya media de edad eran 30 años.
Pero estamos también en la sociedad del escaparate, donde la imagen y el aparentar hacen que se priorice la inversión en bienes de consumo sobre valores intangibles como la felicidad.
Tenemos que pararnos y reflexionar. Conociéndonos a nosotros mismos y a los demás llegaremos a ser más felices.