Desde hace muchos años, la naturaleza aporta al ser humano innumerables beneficios que hacen que cuerpo y mente estén en continuo perfeccionamiento.
Los ingredientes de las plantas, las semillas y las flores aportan a la ciencia grandes avances para el cuidado diario. Sus diversos aromas se estudian para ayudar a mejorar y embellecer el cuerpo. Las exquisitas y variadas fragancias que se extraen de las plantas son las protagonistas indiscutibles de los denominados aceites esenciales.
QUINTA ESENCIA
El antiguo arte de la aromaterapia consiste en usar las plantas con fines cosméticos y medicinales. Los aromas puros que ofrecen las plantas son un complemento importante para ayudar a restablecer el equilibrio corporal y la ansiada armonía.
Los aceites esenciales se han usado desde la antigüedad para el tratamiento de enfermedades como la depresión, los problemas pulmonares o circulatorios y como base reponedora y aromática en múltiples productos de belleza. La apariencia física ha ocupado un lugar de honor en muchas civilizaciones. Los egipcios conocían muy bien su uso y los empleaban en perfumería y en cosmética, así como en los rituales funerarios. Los alquimistas los denominaban la quinta esencia y los usaban en multitud de medicinas de la época.
NEUROCOSMÉTICOS, BELLEZA MILENARIA
Los aceites esenciales son también conocidos como neurocosméticos, es decir, cosméticos que trabajan y consiguen beneficios tanto a nivel emocional como físico. Actualmente, este tipo de aceites se usan como sustancias reponedoras del estrés, dolores musculares o como tónicos relajantes para la piel.
Están considerados como la forma más pura de la energía de las flores y las plantas. Se encuentran en diferentes zonas de la planta, como en la semilla, la raíz, la hoja o la flor. Estos extractos se obtienen mediante el prensado, la extracción o la destilación de la esencia de la planta. Solo las sustancias que se consiguen mediante destilación y expresión son los verdaderos aceites esenciales.
Los aceites esenciales que se consiguen mediante extracción con disolventes, únicamente se pueden aplicar en cosmética y perfumería y no con finalidad terapéutica, ya que en el producto final quedan restos del disolvente empleado. Los componentes químicos como el alcohol o los fenoles existen en los aceites esenciales, combinados con la materia prima, la propia planta, semilla, rama o flor son los responsables de la acción terapéutica y cosmética.
SOLUCIONES A MEDIDA
La aromaterapia es la sutileza de emplear los aceites esenciales como tratamiento para recuperar la belleza, el bienestar y la salud. La gran variedad de flores, semillas y frutos que existen en la naturaleza, aportarán al cuerpo soluciones positivas y reconfortantes para cada problema.
Los aceites esenciales, situándose a la vanguardia de la cosmética están recomendados para problemas del sistema nervioso como la depresión, favorecen el sistema inmunitario, son antisépticos, por lo que realizan una función positiva en el sistema respiratorio y hacen que la piel se regule y regenere.
En el campo de la belleza y la cosmética son muy variados los aceites que se utilizan: el aceite de Hinojo es un potente anticelulítico que también contribuye a embellecer el busto. El aceite de Palmarosa se usa como regenerador celular cutáneo.
Para combinar la retención de líquidos se utiliza el aceite esencial de Jengibre, mientras que el de Limón se recomienda para las manchas cutáneas, el acné y las arrugas.
El aceite de Mirra es adecuado para las arrugas por su gran capacidad nutritiva.
¿CÓMO ES TU PIEL?
Los aceites esenciales están indicados para todo tipo de pieles, pero cada piel tiene unas propiedades específicas y requiere de un tratamiento determinado:
Las pieles normales deben estar limpias de manera habitual con aceites de Albahaca o Cajetut, los cuales proporcionan tranquilidad.
Para las pieles secas los aceites indicados son los que alivian y suavizan la dermis. Dentro de este grupo destacan los de Aloe Vera o Almendras.
Las pieles mixtas son aquellas que tienden a segregar más sebo de lo normal, por lo que los especialistas aconsejan tratamientos con un preparado específico de aceites, capaz de equilibrar la hipersecreción manteniendo la piel limpia e hidratada en profundidad. La Lavanda es uno de los aceites recomendados.
Las pieles grasas también pueden disfrutar de los beneficios, contrariamente a lo que se pueda pensar. Éstos son los que se utilizan en tratamientos de vapor, ya que ayudan a cerrar los poros y este tipo de pieles pierden ese incómodo estado. Los aceites de Hojas de Fresas y Lima son los más beneficiosos.